Un complemento es una partícula que se añade a una oración para enriquecer o modificar el significado de la misma. En español, los complementos se clasifican en función de su función sintáctica en la oración. Así, podemos hablar de complementos directos, indirectos y circunstanciales. Los complementos directos e indirectos concuerdan en género y número con el sujeto de la oración, mientras que los complementos circunstanciales no requieren concordancia.
El complemento directo es la partícula que completa el significado de un verbo transitivo, ya que indica la persona o cosa a la que se refiere el verbo. Por ejemplo:
El complemento indirecto, por su parte, es la partícula que completa el significado de un verbo transitivo o intransitivo, ya que indica la persona o cosa a la que se refiere el verbo. Por ejemplo:
Por último, tenemos los complementos circunstanciales, que son aquellos que no modifican el significado del verbo, sino que aportan más información sobre la acción. Los complementos circunstanciales se subdividen a su vez en lugar, tiempo, modo, cantidad, calidad, duda, afirmación, negación, etc. Por ejemplo:
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