Vientre de alquiler es el término médico que se utiliza para describir el proceso de fertilización in vitro y el embarazo subsecuente en el que la mujer que lleva el embarazo no es la misma que la que desea el niño. Es un proceso legal en España, y Madrid es una de las ciudades en las que se puede realizar.
El proceso de vientre de alquiler es el siguiente: la mujer que desea el embarazo (intenta) se somete a un tratamiento de fertilización in vitro, y una vez que se produce la fertilización, el embrión se implanta en el útero de la mujer que está dispuesta a llevar el embarazo (la madre subrogada).
Desde el punto de vista legal, en España el vientre de alquiler está regulado por la Ley de Procreación Asistida de 2010. La ley establece que el proceso de vientre de alquiler sólo puede realizarse con fines terapéuticos, es decir, cuando existe una amenaza grave para la salud de la mujer que desea el embarazo o un riesgo elevado de que el embarazo no llegue a término.
En cuanto a la madre subrogada, la ley establece que debe ser una mujer mayor de edad, con capacidad de discernimiento y que no tenga antecedentes penales. Además, la ley establece que la madre subrogada no puede ser la madre biológica del niño, y que el proceso de vientre de alquiler debe realizarse de forma voluntaria.
Una vez que el niño nace, la madre subrogada renuncia a todos los derechos sobre el niño, y el niño es entregado a la mujer que deseaba el embarazo.
El vientre de alquiler es un proceso legal en España, y Madrid es una de las ciudades en las que se puede realizar. El proceso de vientre de alquiler es el siguiente: la mujer que desea el embarazo (intenta) se somete a un tratamiento de fertilización in vitro, y una vez que se produce la fertilización, el embrión se implanta en el útero de la mujer que está dispuesta a llevar el embarazo (la madre subrogada).
Desde el punto de vista legal, en España el vientre de alquiler está regulado por la Ley de Procreación Asistida de 2010. La ley establece que el proceso de vientre de alquiler sólo puede realizarse con fines terapéuticos, es decir, cuando existe una amenaza grave para la salud de la mujer que desea el embarazo o un riesgo elevado de que el embarazo no llegue a término. En cuanto a la madre subrogada, la ley establece que debe ser una mujer mayor de edad, con capacidad de discernimiento y que no tenga antecedentes penales. Además, la ley establece que la madre subrogada no puede ser la madre biológica del niño, y que el proceso de vientre de alquiler debe realizarse de forma voluntaria.
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